
Paraná frente al voto de octubre
Como es sabido, las elecciones de medio término en Entre Ríos tienen como centro de atención política y reflejo del clima social a la capital provincial.
Entre las figuras locales se encuentra el presidente de la casta pejotista: el exintendente Humberto Bahl; el impresentable “Batman paranaense” Andrés Laumann y la desconocida Romina Almeida por La Libertad Avanza; Nadia Burgos, tal vez la referente local con más peso en la izquierda dentro del MTS; y, por último, Evelina Kloster, militante de Patria Grande, estudiante avanzada de Ciencia Política, que aparece entre las opciones más genuinas si lo que se busca es una figura nueva dentro de la oferta electoral, con una marcada referencia social en el paisaje popular de la periferia paranaense.
En paralelo a las disputas locales, el escenario provincial muestra otro tipo de tensiones. El gobernador Frigerio sostiene un modelo de gobernanza que centraliza la vocación de poder. Su representación política la puso al servicio de Karina Milei, quien, luego de elegir a dedo los candidatos de La Libertad Avanza que van a representar a Entre Ríos en el Congreso de la Nación, se escondió y no volvió a dar la cara.
Muchos esperan el golpe en las urnas, pero en la capital —según lo que pretenden instalar los diferentes instrumentos de la comunicación política— La Libertad Avanza impondría a su figurita heroica. Uno más, para que el Congreso se convierta en un circo.
Lo cierto es que esta elección se presenta como una bisagra, no sólo en los términos electorales de la legitimidad del presidente Javo, sino también en la configuración de una narrativa nueva en función de los debates que se pretenden dar en la Legislatura. Entre ellos, el más llamativo: la reforma laboral.
En la provincia, como en el resto del país, la ciudadanía muestra un descontento con las estructuras tradicionales. Pero, a diferencia de gran parte del país, el dispositivo que trabaja por la justicia social no abrió sus puertas a lo que sería una renovación natural en la propuesta electoral, que en sí misma alivie y despierte interés por la alternancia partidaria.
En este sentido, con el verso del “voto útil”, los dueños de la tradición quieren instalar que la única propuesta para frenar a Milei son ellos. Y lo que uno se pregunta, al igual que el resto de los entrerrianos, es qué pasó con el Turco. Entonces, la vitrina de gestos que quieren aparentar aparece con bastantes manchas de mugre para la simple observación. Entonces, qué van a hacer estos muchachitos del establishment cuando se discutan los derechos laborales.
Las elecciones no roban votos ni determinan la historia de un nombre propio. La renovación del peronismo en la provincia se presenta como urgente y necesaria. No alcanza con marcar las reglas de juego según la que dictamina la carta orgánica. Varios de los que militan la propuesta alternativa de la 503, entienden que el peronismo no está más en el PJ, por muchas particularidades, pero en sí mismo, por la simple razón de que lo actual no se parece en lo más mínimo a lo que habita su pueblo. Debemos preguntarnos el para qué de las cosas, y entre las respuestas saber que la opción que construyamos en el futuro tiene que tener como principal característica un sentido de pertenencia que no se doblegue por los negocios de la política.
Alan Gomez Tutau, prensa Patria Grande E.R.
